En España y Portugal están ya en marcha más de 500 comunidades energéticas locales, un nuevo sistema de autoconsumo colectivo ligado a la transición energética y que sitúa al consumidor como protagonista de la gestión. En este contexto, ITG ha desarrollado tecnología que permitirá a los usuarios de comunidades energéticas locales (CEL) ahorros de entre un 10 y un 15% en su factura energética.
Mediante la creación de una comunidad energética virtual y la gestión inteligente, con la aplicación de algoritmos de Inteligencia Artificial, ITG muestra que es posible optimizar la gestión de la energía y predecir consumos en estos sistemas de autoconsumo colectivo. Estas son algunas de las conclusiones de AGERAR II, iniciativa transfronteriza liderada por ITG, en la que también han participado el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) y el INEGI (Instituto de Ciencia e Innovación en Ingeniería Mecánica e Industrial, de Portugal).
Los resultados fueron presentados esta mañana en la sede de ITG, en A Coruña. Enfocada específicamente al «almacenamiento y gestión de energías renovables en comunidades energéticas locales», ha tenido como objetivo promover modelos energéticos innovadores basados en el uso de tecnología inteligente que ayude a comunidades a tomar la decisión más eficiente en cada momento, promoviendo un uso más sostenible y justo de los recursos, con beneficios medioambientales, económicos y de ahorro energético.
Estas comunidades son grupos de individuos, empresas o instituciones que se unen para gestionar y compartir recursos energéticos de manera local. Su objetivo principal es promover la producción, distribución y consumo de energía renovable a nivel comunitario, fomentando la autosuficiencia energética, la eficiencia y la reducción de emisiones.
Un polígono industrial es un ejemplo donde los propietarios de las naves, comercios existentes, edificios dotacionales o incluso las comunidades de propietarios de viviendas cercanas, pueden decidir cuándo y cómo suministrar, consumir, almacenar y distribuir la energía renovable que ellos mismos generen.
Santiago Rodríguez Charlón, director de la División de Energía en ITG
Resultados: virtualización, IA, hidrógeno y súpercondensadores híbridos
Tres han sido las líneas de investigación abordadas: la digitalización de comunidades energéticas locales, la evaluación de nuevas tecnologías de almacenamiento (hidrógeno y súpercondensadores híbridos) y el desarrollo de algoritmos de Inteligencia Artificial.
ITG ha desarrollado una plataforma de gestión inteligente que combina las últimas tecnologías de Inteligencia Artificial y algoritmia para optimizar los parámetros energéticos y económicos de las CEL. Así, esta herramienta, a través de sistemas predictivos, es capaz de anticiparse a los cambios en la generación y la demanda de energía y adaptar el reparto energético entre los participantes de la comunidad de forma que se maximice el beneficio común. Además, optimiza la utilización de sistemas de almacenamiento (baterías) y cargas no esenciales como, por ejemplo, los vehículos eléctricos, mejorando la utilización de dichos sistemas y disminuyendo el coste energético global.
A través de ensayos combinados en los laboratorios de ITG e INTA, calculamos ahorros económicos potenciales por la utilización de esta plataforma de gestión inteligente entre un 12,5% y un 15% por comunidad energética.
También hemos creado modelos digitales de los diferentes elementos que componen una Comunidad Energética, como plantas fotovoltaicas, baterías o vehículos eléctricos. Una representación virtual en la que podemos probar diferentes estrategias de gestión y optimización, así como nuevos modelos de negocio.
Por su parte, INTA e INEGI han investigado la viabilidad técnica y económica de la utilización del hidrógeno en las comunidades energéticas. Esto permitiría reducir el posible desfase entre la producción y el consumo de energía en las comunidades de autoconsumo colectivo, aprovechando el excedente y convirtiéndolo en hidrógeno renovable, que puede ser utilizado para diversos propósitos. Así, se podría inyectar en la red de gas natural de las CEL y, por otro lado, se podría generar energía eléctrica utilizando pilas de combustible, proporcionando energía limpia a los consumidores, en combinación con otras tecnologías renovables como la solar fotovoltaica.
Finalmente, por parte del INTA, se ha evaluado el uso la tecnología de los supercondensadores híbridos (SCH) en las Comunidades Energéticas Locales, como un sistema que combina las ventajas de los supercondensadores tradicionales, que ofrecen una elevada potencia en un corto período de tiempo, con la capacidad de almacenamiento de las baterías de litio, haciéndolos idóneos para las comunidades energéticas.
AGERAR II nace como continuación del proyecto AGERAR (Almacenamiento y gestión de energías renovables en aplicaciones comerciales y residenciales), desarrollado también bajo el mismo programa Programa INTERREG V-A España – Portugal (POCTEP) 2014-2020, y en el que ocho socios de España y Portugal colaboraron durante 2 años para impulsar herramientas digitales para sistemas de autoconsumo y almacenamiento en microrredes comerciales y residenciales, bajo criterios de eficiencia energética y sostenibilidad. El objetivo de AGERAR II ha sido mejorar y fortalecer las capacidades de I+D+i en el espacio POCTEP en el ámbito de las Comunidades Energéticas Locales.