El Diario La Opinión de A Coruña recoge una extensa entrevista a nuestro compañero Santiago Rodríguez Charlón, director de la División de Energía del Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), donde analiza las claves para el desarrollo de la eólica marina con motivo del congreso en el que ITG reunirá a la industria de la eólica marina para analizar sus retos técnicos, contractuales y legales. Un encuentro profesional de primer nivel con empresas como Navantia, Ferrovial, Greenalia, Capital Energy o BlueFloat, y compañías internacionales con experiencia con proyectos en otros países. Reproducimos a continuación la entrevista que también puedes ver en su versión impresa (VER PDF).
¿Qué ventajas hay en hacer parques eólicos en el mar?
En tierra hay muchos obstáculos para el viento: edificios, montes, árboles… En el mar no, y el flujo de viento no tiene turbulencias, es más constante. Eso permite parques con potencias muchísimo mayores: se están haciendo prototipos de hasta quince megavatios, cuando en tierra difícilmente se llega a los seis. Y el impacto visual va a ser prácticamente nulo: los aerogeneradores estarán separados millas de la costa y no se van a apreciar.
¿Qué se puede aprender de los parques ya existentes?
Son parques eólicos marinos, pero anclados al fondo. Allí la plataforma continental lo permite, pero en Galicia y en la mayor parte del mundo, es muy profunda y tenemos que trabajar con estructuras flotantes. Ahí es donde va a explotar el mercado.
¿Porque habría más puntos posibles de instalación?
Muchísimos más. De ellos podemos aprender muchos problemas, la logística, la construcción en puertos, la evacuación de energía…
Hay tres grandes proyectos con aerogeneradores flotantes ante la costa coruñesa: Galwind, del grupo Cobra, San Brandán, de Iberdrola, y Nordés, de Bluefloat y Sener.
De estos parques hay de momento intención, no autorización. Ahora nadie tiene experiencia en eólica flotante en España, más allá de algún prototipo. Los parques eólicos marinos no están regulados, y tiene que salir próximamente los planes de ordenación que definirán en qué zonas se pueden implementar.
Si se hacen, ¿qué supondrían para A Coruña y para Galicia?
Un hito muy importante, pero tenemos muchos problemas que trataremos en la jornada.
¿Por ejemplo?
Además de que no estén regulados, a día de hoy no hay capacidad de evacuación de la energía hacia la red, ni industria para poder fabricar estos megaparques. Pero creo que estamos en el camino correcto: el sector va a explotar, probablemente, en tres años. Si fabricamos aquí, construimos aquí e innovamos aquí podremos exportar a todo el mundo.
¿Habrá que pagar una tasa?
Aún no está regulado, saldrá en los planes de ordenación del espacio marino, pero evidentemente tendrán que pagar unas tasas.
¿Qué ocurre con los posibles problemas ambientales?
No soy experto en estos temas, pero hay distintos programas de investigación sobre las implicaciones medioambientales, y la bibliografía dice que el impacto es mínimo.
¿Y el que habrá sobre la pesca?
Donde coloques estos parques es verdad que no se puede pescar, pero hay estudios que muestran que allí crece la pesca, con lo que ni tan mal. Se está hablando con cofradías, y si todos estos parques se implementan en las zonas de veda nadie se va a ver afectado. Cojamos esto con pinzas, porque no coincidirán exactamente con las zonas. Yo, personalmente, creo que hay cabida para todos: es cuestión de sentarse todo el mundo, hablarlo y regularlo de manera correcta. Una parte de la pesca se ve modificada, pero no tiene por qué verse perjudicada, y esto nos permite posicionarnos en una tecnología puntera que puede generar muchos puertos de trabajo cualificados a largo plazo.
Con respecto a la salida de la energía hacia la red eléctrica, se ha planteado que los proyectos ante la costa coruñesa enlacen con el puerto exterior. ¿Qué ventajas ofrece?
Las Autoridades Portuarias de A Coruña y Ferrol son claves para el desarrollo de la eólica flotante. Se hablaba de punta Langosteira porque tenemos un nodo principal de conexión en Sabón.
El puerto exterior también acogerá un proyecto experimental para investigar sobre la eólica marina.
Se está trabajando en desarrollarla y que se conecte con Sabón. Será una zona para probar tecnologías offshore: tiene todo el sentido del mundo, y es muy importante de cara a la innovación, que puedan pasar un montón de tecnólogos a probar soluciones a escala real.
Esta semana se han sabido los nombres de dos empresas interesadas en construir componentes para la eólica marina en punta Langosteira. Una, que montará plataformas, está ligada a la vasca Saitec, que tiene un prototipo de este elemento.
El prototipo que tiene Saitec es de los más avanzados que hay a día de hoy en eólica flotante, son de los pocos que han hecho pruebas a escala real. En la carrera que hay para posicionarse con distintas soluciones de estructuras offshore, Saitec es uno de los más avanzados.
La otra empresa interesada en construir componentes para eólica marina pertenece al grupo Cobra, un gigante empresarial que precisamente promueve el parque de Galwind, tiene otro proyecto avanzado en Escocia y varios planes para España y las Islas Británicas.
Cualquier empresa que se instale aquí, sea Cobra u otra, es interesante: son puestos de trabajos asociados en un sector pionero, con lo que serán a largo plazo y con valor añadido. Es interesante que fabrique aquí y para otros entornos internacionales.
¿Qué cantidad de energía pueden generar estos proyectos de eólica flotante en la costa coruñesa?
Los proyectos que tienen intenciones de interesante en Galicia rondan los cinco gigavatios. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que marca los objetivos para 2030, establece tres gigavatios para toda España. Seamos conscientes de que de las intenciones a la realidad… Hay que ver lo que se plasma. Sí que es cierto que, si se instalan aquí cinco, seis, tres, cuatro gigavatios, es algo muy importante para Galicia.
¿Qué se debería hacer con esta energía?
Una parte se debería autoconsumir en Galicia, mucha en la industria electrointensiva. Alcoa ya ha firmado acuerdos de compra de energía a precio pactado con empresas como Greenalia, para adquirir electricidad de parques eólicos marinos y terrestres. Otra parte también debería quedar en Galicia para el resto de consumidores, en parte para generar hidrógeno, y el resto se vertería a la red. Hay que diseñar todo eso. El puerto exterior tiene varios proyectos para generar hidrógeno empleando energía de fuentes limpias.
¿Esta industria se complementa con la de eólica marina?
Podrían ser complementarias. El hidrógeno verde u otros combustibles sintéticos a partir de fuentes de energía renovables van a servir para aprovechar los momentos en los que se genere energía eólica y no se consuma, por ejemplo por las noches. Ahora es excedentaria, pero podríamos transformarla en hidrógeno, que es como un almacenamiento de la energía. Se está viendo de fabricarlo en el puerto de A Coruña, el de Ferrol, hay otros agentes en Galicia…