22 Octubre 2014 – Este es el titular con el que LA VOZ DE GALICIA recoge las pruebas realizadas con drones por ITG y la empresa madrileña AeroConsult en viñedos de Ribeira Sacra y Valdeorras.
El objetivo es saber cómo se comportan estos aparatos como recopilador de datos para agricultura y complemento a la tecnología de redes de sensores sobre el terreno instalada por ITG en diversos viñedos de Galicia.
Los vuelos se realizaron sobre viñedos en los que ya está instalado SensITG Viñedos. una solución de viticultura de precisión que permite monitorizar en tiempo real parámetros clave del terreno, de la planta y ambientales en múltiples puntos de medida y dar soporte a las decisiones del gestor técnico del cultivo.
Los 163 sensores instalados en viñedos gallegos envían lecturas cada 15 minutos de parámetros clave, sumando más de 36.000 registros diarios
Jorge Seoane, investigador de ITG
Reproducimos a continuación el texto íntegro de la noticia:
MARÍA COBAS. O BARCO / LA VOZ 23 de octubre de 2014 07:44
Aparecieron en nuestro vocabulario como parte del arsenal armamentístico de Estados Unidos. Hace apenas un par de años. Aviones no tripulados que se podían dirigir desde otro lugar. Sonaba a ciencia ficción, pero la tecnología avanza y, de repente, eran el servicio de mensajería que una multinacional quería implantar, el modo de los paparazi de acceder a los famosos (porque llevan cámara de fotos agregada), y ahora hasta comienzan a verse en bodas como una herramienta más del fotógrafo. Y sin salir de Galicia.
Ayer uno de estos aparatos se coló entre viñedos de Valdeorras y de Ribeira Sacra. El Instituto Tecnológico de Galicia quería saber cómo se comportan como recopilador de datos para agricultura. Lo explicaba Jorge Seoane, del área de innovación tecnológica: «Queremos hacer una comparativa de datos, entre los sensores fijos [que hay en los viñedos para medir parámetros como el agua, la humedad o el calor] y los datos aéreos, para ver si son los mismos; es ver cómo es la evolución de las estaciones fijas a los sensores móviles, aplicados a la viticultura de precisión».
Mientras, Juan José Díaz, de la empresa AeroConsult, buscaba un lugar desde el que poder despegar el dron para fotografíar y tomar datos de la finca de la bodega valdeorresa GRS-Fornos en A Rúa. No fue posible hacer el trabajo completo por la cercanía del tendido eléctrico, ya que el aparato se eleva a más de 20 metros de altura. Más suerte habían tenido los técnicos horas antes entre las cepas de Abadía da Cova, de Ribeira Sacra. «Allí sí pudimos trabajar», señalaba.
Díaz explicaba que «la idea es que [en el futuro] no haya sensores, solo drones, paro eso todavía queda. Queremos comprobar que damos los mismos datos, que también se dan con teledetección e imágenes satélite, pero nosotros podríamos hacer lo mismo a menor altura y con mayor resolución».
